La publicidad en Internet
Tradicionalmente, una de las grandes preocupaciones, e
igualmente, uno de los grandes focos de inversión de las grandes empresas e
instituciones ha sido la publicidad; modo
a través del cual uno/s de tu/s producto/s, o la propia compañía en sí misma.
Hasta hace un par de décadas, esta estaba limitada a medios
de comunicación de masas (televisión, radio…) y a otros métodos menos costosos,
como el reparto de folletos o buzoneo. Normalmente, estaba considerada muy molesta por cortar el hilo de la serie o
película que pudieras estar viendo.
Con el auge de Internet (a partir de los 90’s), y en mayor
medida, con la aparición de las redes sociales, la publicidad ha dado un giro
radical, ha facilitado la labor de sus profesionales, y probablemente,
enfurecido menos al público que ha de soportarla.
Y es que la publicidad en Internet, otorga muchas ventajas a
publicistas. ¡Veamos!
Una de las patas sobre las que cojeaba la publicidad
tradicional, era que resultaba muy difícil establecer en cuántas ventas se
traducía el anuncio colocado en X sitio, o cuántos nuevos clientes habías
conseguido. Otro aspecto que puede mencionarse es que resultaba bastante
complejo establecer anuncios dirigidos a un público objetivo y que a su vez
fuesen captados por el público general. Todos estos problemas (y unos cuantos más) desaparecieron
cuando la publicidad inundó Internet.
La red te permite cuantificar y cualificar de modo objetivo
el éxito de tu campaña, pues ya sea colocando un banner en una web, o un
anuncio en Youtube, podrás comprobar todo el tráfico que se ha redirigido a tu
web, o a un producto en concreto.
Otra importante ventaja, es que puedes llegar a tu público
objetivo de forma mucho más directa y sencilla. Siguiendo con el ejemplo
anterior, si tu empresa vende, por ejemplo, biberones, colocarás anuncios de
tus productos en vídeos de maternidad y crianza. Tendrás seguro que la mayor
parte del público que ve ese vídeo, y, por tanto, tu anuncio, esté interesado
en tu producto.
Además, de los costes económicos, que resultan mucho menos elevados
que en publicidad tradicional (sobre todo si tenemos en cuenta que puedes
controlar al detalle las ratios de conversión de ventas), me quedo, por encima
de todo, con que la noción que tiene el público de la publicidad en Internet,
es mucho menos negativa.
Aunque al principio pueda resultar un poco molesto, nos hemos
acostumbrado a tragarnos pequeños anuncios de forma constante; ya sea viendo un
vídeo de Youtube, o incluso utilizando Facebook o Instagram, donde tienes
asegurado que tarde o temprano, entre la foto de tu colega de clase y de tu tía
Canilda, se te colará un anuncio. Asimismo, ese anuncio probablemente esté
bastante ajustado a tus gustos y/o intereses, por lo que te resultará menos
molesto aún.
¡Ventajas para todos! ¿O no?
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