La Posverdad y las Fake News
Como se recoge en el artículo firmado por el profesor López-Burrull, en la
Revista de los Estudios de Ciencias de la Información y la Comunicación de la UOC, nos encontramos en un tiempo en el que ha cobrado
mucha importancia el término de posverdad. La importancia del término es la
relevancia que se le está otorgando a las fake
news, noticias sin ningún tipo de veracidad, que, demostrado está, tienen
influencia, por ejemplo, en algo tan importante como los resultados
electorales. Tomando el ejemplo, y teniendo en consideración el futuro a corto
plazo en España, debemos tener claro que
estas fake news gozarán de much
protagonismo, dados los procesos electorales a todos niveles que se van a
producir en este 2019.
Como profesional de la comunicación y divulgación de contenido, gestor de
comunidades, y también como persona, no
me permitiría difundir contenido de dudoso valor jamás; puesto que considero
que es uno de los principios a los que tiene que agarrarse siempre un
profesional de la información y la comunicación, más si cabo si desarrolla
labores en las que gestiona comunidades.
Y, ¿cuál es el problema? Yo principalmente encuentro dos: el primero, tiene
que ver con las ingentes cantidades de
información y estímulos a los que las personas tenemos que dar respuesta hoy en
día. Las tecnologías de la información y la comunicación nos están
proporcionando muchas facilidades, pero estos recursos también llevan riesgos
de la mano. Al tener que responder y/o ver muchas informaciones, nuestro filtro, para poder juzgar si una
información es veraz y fidedigna o no, se dispersa, termina por debilitarse. Y
es que nos llegan informaciones por muchos canales de muy diferente tipología:
el sempiterno boca a boca,
telediarios de televisión, radio, Internet, Twitter, Whatsapp… demasiados los
estímulos a los que enfrentarse… o, quizás no.
Y, ¿por qué quizás no? Por la solución al segundo problema: Algunas
generaciones han tenido que aprender a convivir con las TIC, y a otras, les han
venido dadas desde su nacimiento… pero todas ellas tienen una cosa en común: no nos han educado en su uso, y uno de los
problemas de este uso es la inexistencia de un filtro con el que evaluar las
informaciones que nos llegan por la multitud de canales que hay hoy en día. Por
ello, una de las soluciones que propongo
para acabar o disminuir esta problemática es la educación de nuevas (y viejas)
generaciones en el uso de las TIC, sus ventajas, desventajas, riesgos… entre
ellos, la posverdad, las fake news.
Si a las fake news no se les otorga ningún tipo de protagonismo, dejarán de
tener valor e influencia algunos.
Ahora bien, ¿de quién ha de partir este movimiento? Puede resultar difícil
de establecer, pero creo que el
primer paso deben darlo los profesionales de la comunicación, por ser expertos
en la materia. Y creo firmemente en que todo ello ha desembocar en la
escuela, la institución encargada de prepararnos a vivir en sociedad junto
con nuestra familia; donde se ha de educar de forma transversal en material
digital.
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